Hace unos meses vi por internet unos vídeos de Xavier Pirla, pionero en España respecto a la PNL (programación neurolingüística), sobre como se había transgiversado el tema de la negación o usar el NO en el lenguaje. Pienso tiene razón en cuanto a que es un poco exagerado que el NO el cerebro no lo "entiende", puesto que entonces nuestra comunicación sería un caos. Por ejemplo, si la persona que lee esto no entendiese el NO ¿qué sucedería con esta misma frase que acabo de escribir? "... la persona que lee esto no entendiese...". Hasta ahí todo correcto, es cierto que se ha llevado en muchas escuelas el tema de la negación a casi la altura del tabú, y quizás resulte exagerado. Pero existen otros factores en los que puedes obtener unos resultados bastantes diferentes reconstruyendo una frase para eliminar la negación. No hará mucho tiempo existía un anuncio de televisión de SEAT que decía: no pienses en un coche rojo, en este caso nos parece imposible no pensar en ello, casi inevitable no imaginar el coche rojo.
En los niños resulta muy interesante el resultado que obtienes de dar una orden en negación o darla de forma positiva, es decir, no le digo lo que no quiero que haga, si no lo que quiero que haga. No es lo mismo decir: no quiero que cruzes la calle, que: quiero que camines por la acera por ejemplo. Pero, ¿nosotros los adultos? sí, es verdad que podemos hablar sobre temas e ir usando el NO, por supuesto, pero desde mí experiencia, se que si nos planteamos un objetivo nos sucede como en el ejemplo de los niños anterior. Los resultados son mucho más satisfactorios si el objetivo es en positivo, si nos centramos en lo que realmente queremos que nos pase o queramos conseguir que en lo que no queremos que ocurra. Si nos centramos en lo que no queremos es como si no se pudiese salir de ahí, es decir, vale, sabes lo que no quieres ¿entonces que es lo que quieres? Piensa en ello, todo lo que no quieres ya lo sabes, pues céntrate en lo que quieres, deposita toda tu energía en ello.