En las montañas.



Si hay algo que no me gusta realizar en consulta es aconsejar, avisar u opinar. Por el contrario, lo que más me gusta es observar, oír y sentir que la persona a la que "acompaño" está inmersa en un proceso, normalmente de cambio.
Siento que si hago algunos de los aspectos de los que huyo como opinar o aconsejar, introduzco a la persona en mi camino y no en el suyo, ya que esas opiniones y consejos surgen desde mi experiencia, no desde la suya.
Solo dispongo de un breve lapso de tiempo para realizar las preguntas adecuadas partiendo del lenguaje que presente ante mi, y moverme por los campos que la PNL y la kinesiología da. Eliminando el polvo o la bruma que envuelva la exposición del problema o cambio a realizar. Es así como se consigue que la persona vuelva al equilibrio, SU equilibrio; a través de un proceso, SU proceso.
Leo en blogs y páginas de internet sobre terapias que trabajan emociones y acompañamientos hacia un objetivo, frases y citas referentes a comportamientos y emociones, pero no nos engañemos, en la mayoría de las ocasiones sin citas y frases que resuenan muy bonitas, pero no generan un cambio por si mismas. Todos podríamos decir unas cuantas de carrerilla con su nombre de autor y todo. Y a mí precisamente me viene una a la memoria:

Quien escribe con sangre y en forma de sentencias, ése no quiere ser leído, sino aprendido de memoria. 
En las montañas el camino más corto es el que va de cumbre a cumbre: mas para ello tienes que tener piernas largas. Cumbres deben ser las sentencias: y aquellos a quienes se habla, hombres altos y robustos.
FRIEDRICH NIETZSCHE 
"Así habló Zaratustra"

Nadie tiene la llave ni el conocimiento para mostrarte tu verdadero camino. Solo hay que devolver a la persona a SU lugar, y desde ahí decidirá cual es la sentencia. De echo, no importará la sentencia, solo SU experiencia, con la que contará en ese momento. Es entonces cuando sobran las palabras y todo lo que has trabajado no importa. "ERES", y eso muchas veces es suficiente.