Mi experiencia como paciente

¡Hola! Siempre que escribo una entrada la escribo como terapeuta, o me pongo en plan "listillo" aquí a decirle a los demás como parecen SER algunas cosas, en plan Coach jejeje... bueno, bromas con buena intención aparte quería explicar cual es mi experiencia como paciente de kinesiología holística. Si digo la verdad, sólo he asistido a tres sesiones y con el mismo terapeuta, Francesc Marieges, así que bueno, quizás tampoco sea muy para tener en cuenta mi experiencia por ser tan reducida... o todo lo contrario. ¡Qué más da!



Después de los saludos y comprobar que las familias están en perfecto estado de salud, charlamos, o más bien charlo, sobre el tema a tratar o trabajar... o sanar, o como queráis llamarlo y de ahí directamente a camilla, la mejor parte ya que estás tumbado y siempre está bien.
Una vez en camilla el terapeuta se encarga de testar cual es la principal y prioritaria vía de entrada, o si es necesario seguir buscando o ahondar más en algún aspecto específico... pero bueno, ya me estoy metiendo en SU tema, perdón, me desvío con facilidad y quería explicar solo la experiencia.
A lo que iba, tras tumbarme, quizás me hizo alguna pregunta más y empezó a estirar y estirar y estirar mis brazos, y a mover mis manos con leves giros de muñeca. En fin, mientras estoy ahí tumbado y tengo a otro detrás cogiéndome la muñecas haciendo esos movimientos, yo no tengo que estar haciendo nada en concreto, sólo tengo que ESTAR, mientras estira, suelta, toca, pulsa, estira, presiona, golpea... y yo ahí... en camilla, sin hacer nada más que cerrar los ojos y ESTAR. De vez en cuando deja de estirarme y vuelve a preguntarme algo, y vuelve a tocarme la frente o tengo que abrir y cerrar las piernas repetidas veces... en fin, por lo visto, cosas de la Kine.
¿Noté algo durante la sesión? He ahí mi experiencia, cada uno tendrá la suya, obviamente. Si realizo una visión global de las tres sesiones recibidas, existe un punto concreto. Al pasar aproximadamente dos terceras partes de la sesión, me suele venir a la mente algún "concepto" que me generaba un estrés que normalmente no tiene absolutamente nada que ver con el tema tratado, siento una especie de liberación, de relajación física ante el problema... despreocupación quizás. No es un gran cambio, ni veo lucecitas de colores, ni mi vida se ha vuelto de repente de color de rosa. Para mi se reduce en un cambio de estado. Eso sí, mucho mejor de los traumas con los corderos.


2 comentarios:

  1. Como paciente de kinesiología a mí me pasa algo muy parecido a lo que comenta David. Eso sí, de todos estos años yo llevo unas cuantas visitas más como paciente. Y a mí también me da ese momento hermoso, aunque no puedo asegurar que se dé en las dos terceras partes pues lo he vivido también en otros momentos, y en algunas sesiones por más de una vez durante la misma sesión.

    En definitiva sí sucede que hay un momento de liberación, de cambio, de viaje, de... no sé qué, que acaba afectando al propósito de la sesión en sí misma, una especie de... "ay,sí", "ahora", "esto es" y otras cosas parecidas.

    Realmente la sensación como paciente es especial y el resultado hermoso, profundo... ¡Qué difícil es ponerle palabras a esto! Y dento de mi historial de visitas como paciente también cuento con una excelente sesión que me hizo David. Gracias compi por aquella que me facilitó tanto el viaje a Buenos Aires.

    Un abrazo grande.

    ResponderEliminar