Las decisiones del presente las tomas desde un aprendizaje, desde unas creencias. El aprendizaje implicado es generado por multitud de estímulos y situaciones que suceden en nuestras vidas. Comportamientos y decisiones que en su momento fueron adecuados para conseguir salir airoso de un problema, son los que de alguna manera van condicionando las decisiones futuras. Dependiendo del tiempo que se tarde en poner freno o comprensión del momento pasado iremos o no grabando a fuego el protocolo a seguir.
Luego existe el hecho de la "no superación" de un evento pasado, ya sea un fallecimiento, una separación, una disputa familiar... Cuantas decisiones del presente condicionadas por la semilla del: que mala persona soy que dije esto... Murio esa persona tan allegada a mi y ya nada volverá a ser lo mismo...
Pasan los años, esas experiencias quedan ahí, sin sanar, sin extraer un aprendizaje de ellas, recordándolas de vez en cuando mientras el estómago se te encoje. Van condicionando poco a poco todas y cada una de tus decisiones. Aparece dolor a nivel físico y emocional. Y parece que todo empeora.
Son experiencias, nada más que eso. Son decisiones pasadas de las que aprender para dejar de luchar contra ellas, para que no sea tu estómago el que responda al estímulo del recuerdo. Son personas que se van para dejar espacio a otras, que han vivido sus vidas tal y como a tenido que ser, y en su tiempo exacto.
Con algunas herramientas terapéuticas, en ocasiones por necesidad, hay que remontarse al pasado, y cuantas veces hay que detenerse en alguno de estos aspectos y darle otra perspectiva para que eso repercuta en el ahora, en el estado de ánimo actual, y en la toma de decisiones del futuro.
Puede parecer difícil, y puede que en ocasiones lo sea, todo depende sobre todo del sistema de creencias con el que contemos y en reconocer donde nos encontramos, como nos encontramos y cuales son las limitaciones y el potencial real con el que contamos, sin engaños. Llévate bien contigo mismo, eres tu mejor compañero y no puedes abandonarte, el uno no vive sin el otro.
Mira hacia atrás y ríete de los peligros pasados.
Walter Scott. Escritor británico